Finalmente, la razón y el motivo por los cuales hicimos la inversión en el viaje a la isla de Sint Maarten se resumen en este día y en ese preciso instante. De los 4 días que permanecimos en esta isla, en solo uno de ellos pudimos observar esta belleza de la aviación; el otro momento, que fue dos días después, lo perdimos por escasos minutos debido a que nos encontrábamos dentro del avión que nos llevaba de regreso a Bogotá.
Así que este día nos fuimos a la playa Maho muy temprano para no perdernos ni un instante de la llegada de su majestad, la reina, el Boeing 747-400 de la aerolínea KLM, el cual llegaba de forma directa desde la ciudad de Ámsterdam. Al igual que nosotros, muchas personas se encontraban a la expectativa de su llegada; la playa se encontraba más llena que de costumbre, las cámaras fotográficas y filmadoras estaban listas para registrar este momento inolvidable, al menos para nosotros, los amantes de la aviación.
Así fue como a las 12:30 a.m. aproximadamente, hora local, se podía divisar una mancha en el horizonte, la cual al principio no resultaba tan clara para el ojo humano, pero algunos pocos se animaban a decir que era el B747 que se encontraba ya alineado con la pista. Unos instantes más tarde, ya se podía observar con total claridad la joroba de su majestad, y el color distintivo de KLM que se mezclaba con el celeste del mar caribe. La mayoría de personas se amontonaron en el centro de la playa, tratando de alinearse ellos también con el final de la pista, para poder ver la panza de la aeronave y sentir el gran estruendo corriendo por su piel. Y fue tanta la emoción que se vivió en ese momento, que muchos comenzaron a gritar y a levantar los brazos para recibirlo aun cuando faltaban varios kilómetros para que llegara.
Sin más preámbulos, así se acercaba este Boeing 747-400 de KLM, de matrícula PH-BFA, llamado Ciudad de Atlanta; un veterano de 26 años, todos volando para la aerolínea holandesa operando el vuelo KL785 desde la ciudad de Ámsterdam. A continuación, la secuencia de fotos de su llegada al aeropuerto Princess Juliana de Sint Maarten. (Las fotos corresponden al video que verán después, por eso la baja calidad de estas.)
Sobrevolando el velero.
Casi sobre la playa y la gente saludando.
Más de cerca.
La panza y el tren de aterrizaje de su majestad.
Tocando pista.
Y el video, donde se puede observar y escuchar cómo las personas se emocionan desde que la aeronave se aproxima hasta que pasa por encima de nuestras cabezas y aterriza:
La reina en todo su esplendor.
Girando hacia la terminal internacional.
Abandonando la pista.
Quizás las personas que no están interesadas en el mundo de la aviación puedan pensar que nuestro relato es exagerado, pero los amantes de la aviación nos entenderán. La sensación de estar justo debajo de un avión de este tamaño, de ver su tren de aterrizaje, de escuchar sus motores rugir por sobre nuestro cabello es indescriptible, es una emoción única, como la adrenalina que uno siente al subirse a una montaña rusa. Es algo difícil de explicar y de transmitir con tan solo unas fotos y unos videos, pero eso es lo que tratamos de lograr.
Durante este día, el clima varió mucho ya que por momentos caía una fuerte llovizna que pasaba rápidamente, y de a ratos salía un sol fulminante. Cuando nos sorprendía la lluvia, nos refugiábamos en el Sunset Beach Bar, ubicado en una de las esquinas de la playa Maho.
En una de las ocasiones en las que nos sorprendió uno de los chaparrones, notamos que el B747 de KLM ya estaba haciendo push back y se disponía a emprender el vuelo de regreso a Ámsterdam, vía Curazao. Así que, bajo una llovizna incesante, tapamos las cámaras para no mojarlas y nos trepamos a la reja del aeropuerto para ver a esta bestia despegar. No pudimos lograr la mejor ubicación para tomar las fotos y los videos, pero no íbamos a dejar que la lluvia nos arruinara este momento, la razón de nuestra presencia en Sint Maarten.
Así fue como este B747, llamado Ciudad de Atlanta, se disponía a despegar por la pista 10 del aeropuerto Princess Juliana de la isla caribeña.
Entrando a la pista activa.
En carreteo por la pista.
Giro de 180° para alinearse con la pista.
Esperando autorización para despegar.
Girando y tomando altura sobre la montaña.
A pesar del sol que se observa en las fotos, todavía caía una ligera y molesta llovizna sobre el aeropuerto, pero aun así pudimos filmar el video del despegue hacia Curazao.
Y así, luego de vivir una de las experiencias más fascinantes de nuestras vidas, termina esta pequeña crónica sobre el paso de su majestad, la reina B747, de una de las aerolíneas más importantes del mundo. Una emoción única que esperamos habérsela trasmitido a ustedes por medio de este relato, de las fotos y de los videos que les compartimos.
Este ha sido el post más importante en la historia de este Blog, desde su creación en julio de 2008. Nunca imaginamos que algún día viajaríamos a esta isla a vivir la emoción de ver pasar por arriba de nuestras cabezas aviones del tamaño de un B747; momentos que hasta hace poco veíamos por videos en Internet, soñando despiertos.
Por eso, como dijimos en uno de los post sobre la visita a Sint Maarten, si tienen la oportunidad de ir a esta hermosa isla, vayan, y no solo para vivir a flor de piel el amor por la aviación, sino también para disfrutar la belleza de este paraíso caribeño.
Pero esto no termina aquí. Aunque ya les hemos presentado la mayor emoción de todas en este post, llegarán muchas más sobre el viaje a la hermosa isla de Sint Maarten.
Este ha sido el post más importante en la historia de este Blog, desde su creación en julio de 2008. Nunca imaginamos que algún día viajaríamos a esta isla a vivir la emoción de ver pasar por arriba de nuestras cabezas aviones del tamaño de un B747; momentos que hasta hace poco veíamos por videos en Internet, soñando despiertos.
Por eso, como dijimos en uno de los post sobre la visita a Sint Maarten, si tienen la oportunidad de ir a esta hermosa isla, vayan, y no solo para vivir a flor de piel el amor por la aviación, sino también para disfrutar la belleza de este paraíso caribeño.
Pero esto no termina aquí. Aunque ya les hemos presentado la mayor emoción de todas en este post, llegarán muchas más sobre el viaje a la hermosa isla de Sint Maarten.
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