lunes, 26 de diciembre de 2016

Crónica de Vuelo: Avianca / Boeing 787-8 Dreamliner / Buenos Aires - Bogotá (Diciembre 2016)

A pesar de que si fue todo un sueño cumplido el hecho de poder volar por primera vez en un Boeing 787-8 Dreamliner, la experiencia como tal no fue como habíamos querido. Para empezar y antes de hablar de cualquier otra cosa, viajar con una bebé de 11 meses nos complicaba para poder viajar en ventanilla ya que la distribución del B787-8 de Avianca es 3-3-3 y para no tener contratiempos y viajar cómodamente, decidimos viajar en el pasillo de la fila cental, al lado de la salida de emergencia. Esto también imposibilitó el hecho de grabar videos para el despegue y el aterrizaje.

Pero a pesar de esto, poder viajar en la primera fila justo al lado de la salida de emergencia, nos dio la oportunidad de viajar cómodamente ya que el lugar es bastante amplio y también es el lugar ideal para poder usar la cuna para que nuestra bebé pueda descansar durante este vuelo de seis horas.

A pesar de esto y para mantener viva la ilusión de un aficionado a la aviación, las fotos no dejaron de faltar y a continuación se las presento junto con el relato.

El día 27 de diciembre de 2016 nos presentamos en el aeropuerto de Ezeiza para nuestro vuelo AV88 hacia la ciudad de Bogotá, Colombia. A esa hora el terminal presentaba un movimiento relativamente tranquilo.


Por estar viajando con una bebé de 11 meses, nos ahorramos la larga fila para el check in que estaba en ese momento y el registro fue bastante rápido. El agente nos advirtió que si llevábamos juguetes de la bebé en el equipaje de bodega, debíamos sacarles las pilas o llevarlas en el equipaje de mano por temas de seguridad. 

El paso por migraciones fue bastante rápido también pues no había fila de espera, comprobaron los documentos nuestros con la información de nuestra hija y nos permitieron el paso a las salas de espera.

La puerta asignada fue la número 10 así que tuvimos que caminar pasando por el duty free del aeropuerto. En ese momento se podía ver un B767-300 de LAN y un B737-800 de Copa Airlines.


A lo lejos y entrando ya a la parte nueva del terminal C, se veía nuestro avión, un Boeing 787-8 Dreamliner de Avianca.


Con los rayos del sol así se veía la terminal C.


Nuestro avión en el fondo



Un poco más a la distancia un Boeing 737-800 de Copa Airlines con livery de Star Alliance, similar al que viajamos de Sint Maarten a Ciudad de Panamá.



Mientras esperábamos el momento de abordar, el movimiento de rampa era poco, como por ejemplo la llegaba de un B777-300ER de KLM de matrícula PH-BVR y llamado "Gunung Mulu National Park".

Un Embraer 190 de Austral despegando por la pista 11 mientras el B777 de KLM taxea.


Taxeando a la puerta y un B737 de Aerolíneas Argentinas estacionado en posición remota.


Y así seguimos el B777 de KLM con nuevo livery a su posición de estacionamiento, a pesar de que el ala de nuestro Dreamliner se interpuso en todo momento...






También nuestro Boeing 787-8 de Avianca tuvo su sesión de fotos aprovechando la espera. Se trata del 9° Dreamliner para la aerolínea colombiana el cual recibió en septiembre del año pasado y de matrícula N792AV, es decir tan solo tiene 4 meses de haber sido fabricado por Boeing.






Llegó la hora de iniciar el abordaje de nuestro vuelo y como siempre la gente forma filas sin necesidad, sabiendo que el ingreso se hace de atrás hacia adelante. Nosotros por tener a nuestra bebé fuimos unos de los primeros en ingresar al avión luego de los miembros elite de LifeMiles y primera clase.

Abordando, así se veía nuestra aeronave y el B737-800 de Copa de fondo desde la manga de abordaje.



Del otro lado se encontraba estacionado el B777 de KLM



Ya posicionados en nuestras sillas 23D y 23E, justo al lado de las salidas de emergencia. Elegimos estas sillas por la comodidad que ofrecen al no tener sillas adelante y el espacio suficiente para caminar libremente, además de que en este lugar se asigna la cuna para la bebé. Cabe anotar que esta cuna fue elegida al momento de hacer la compra del pasaje y elección de silla, así que llegado el caso les interese, hay que pedir la separación de sillas con antelación al vuelo.


Es aquí donde deberíamos insertar el video del despegue pero eso se los quedamos debiendo para nuestro próximo reporte de vuelo. El despegue se hizo a horario por la pista 11 de Ezeiza para luego sobrevolar la ciudad de Buenos Aires rumbo norte, un despegue tranquilo.

Alcanzada la altura de vuelo de cruzero, las ventanas automáticamente se "apagaron" y el avión se puso en modo nocturno. Esta es una características que tiene el Dreamliner ya que al no tener parasoles en las ventanas, la intensidad de la luz se puede regular con un botón digital ubicado en la parte inferior, dando la sensación de oscuridad para comodidad de los pasajeros.

Así se veía mientras viajábamos con plena luz del día.


Este era nuestro costado izquierdo, junto a la posición de la auxiliar de vuelo. Noten la ventana posicionada en total oscuridad.


Nuestra bebé descansaba en la cuna la cual fue suministrada y ubicada muy amablemente por las asistentes de vuelo.



El primer servicio consistió en un desayuno americano, huevos, fruta, pan y bebida a elección y antes de llegar a destino nos ofrecieron un pequeño sandwich.


El vuelo transcurrió con normalidad, sin turbulencias y muy tranquilo. La aproximación al aeropuerto El Dorado se hizo entrando hacia el occidente, sobrevolando la ciudad de Villavicencio y luego girando hacia el oriente para alinearse con la pista 13R en la cual se realizó el aterrizaje.

Iniciando el descenso hacia El Dorado, no podía irme sin aunque sea tomar una foto por la ventana, agradeciendo a los pasajeros que estaban acá ubicados.


Insertar video de aterrizaje aquí... para la próxima.

Al aterrizaje fue suave sobre la pista 13R de El Dorado y el taxeo se hizo hacia la nueva terminal internacional sin contratiempos. Ya estacionados en la puerta nuestro avión en destino.



Finalizado nuestro vuelo puedo decir que después de mucho tiempo sin volar con Avianca, el servicio se mantiene intacto, el personal siempre estuvo dispuesto a brindarnos ayuda y atentos a nuestra bebé y su cuna. El avión impecable aunque al principio da la sensación de ser un avión pequeño y sin mucho espacio entre filas. Sin duda volveríamos a volar con Avianca en uno de sus Dramliners y ovbiamente habrán muchos videos!

El vuelo de regreso a Buenos Aires se realizó de la siguiente manera: Bogotá - Lima - Buenos Aires en A320 el primero y A321 el segundo, sin novedad y sin manera de tomar fotos y videos. Eso será para nuestro próximo reporte de vuelo.